martes, 15 de septiembre de 2009

Darío Basso















'Algoritmi Dixit' es una obra única por su dimensión heroica
La obra de
Darío Basso llegó ayer a Vigo desde Siria para su instalación efímera en la
World Fishing Exhibition.

B.R. Sotelino
Fecha de publicación en La Vóz de Galicia:
15/9/2009

Darío Basso acaba de llegar de Suiza, donde la galería Henze & Ketterer le dedica una retrospectiva, y desde ayer se encuentra en las instalaciones del Ifevi para participar en el montaje de la obra que preside la entrada a la zona de descanso de la World Fishing. La Feria Mundial de la Pesca cuenta siempre con un artista invitado y este año es el creador plástico vigués el que firma el mural que redunda en el carácter internacional del evento. Basso vuelve a su ciudad con su obra Algoritmi Dixit , un trabajo que refleja la fusión entre oriente y occidente. El autor explica que «no lo debería decir yo, pero es una de las obras de arte más ambiciosas de Galicia y de España del siglo XX y XXI, ya no solo desde el punto de vista artístico, sino por sus dimensiones heroicas. Es única en ese sentido», afirma.
La Fundación Luís Seoane fue la productora inicial de la instalación Algoritmi dixit , que desde que se estrenó en el Museo do Pobo Galego en el 2007 no ha parado de viajar y todavía le queda mucho mundo por recorrer: «Estamos cerrando las itinerancias para el próximo año con la Sociedad Estatal para la Acción Cultural Exterior de España y el Ministerio de Exteriores, ya que están interesados en seguir llevándola a los países árabes para hacerlo coincidir con la presidencia de España en la Unión Europea».
Las telas acaban de llegar de Siria, pero han pasado también por Egipto y Amán. Sin embargo, Basso asegura que una vez cumplido su periplo, le gustaría que el destino final de esta obra fuese Vigo. «En este caso, lo importante va a ser buscar un emplazamiento, ya que estamos hablando de una obra que mide 200 metros cuadrados».
Sobre las 23 piezas de 430 x 260 cm. cada una, pintadas sobre auténticas telas de jaimas egipcias e impresas con patrones geométricos que utilizan teselaciones matemáticas, Basso impregnó una tonelada de pintura sobre este soporte que ya en sí mismo tiene un peso estético específico.
Actualmente, por razones estratégicas, Darío Basso reside a las afueras de Madrid, en un pueblo colindante con el parque natural de la cuenca alta del Manzanares: «La mayoría de los cuadros los hago fuera utilizando la naturaleza como parte del proceso creativo, de la erosión del agua de la lluvia, la nieve, etc», revela. Sin embargo, el artista confiesa que su sueño «es tener aquí un estudio en el que trabajar la mitad del año».